Tafí Viejo se encuentra situada a 15 km al noroeste de la ciudad de San Miguel de Tucumán y tuvo su principal crecimiento gracias a la expansión del ferrocarril en el noroeste de la Argentina (NOA) y al establecimiento de los Talleres Ferroviarios en 1902. Allí se fabricaban vagones de carga y se reparaban íntegramente locomotoras a vapor y coches de pasajeros, a la vez que se proveía material rodante para todas las líneas férreas. La historia del Museo Ferroviario de Tafí Viejo está estrechamente vinculada a la lucha de los trabajadores y a la comunidad taficeña por sostener las actividades en los Talleres y la memoria de la actividad ferroviaria a partir de los cierres decretados, primero durante la dictadura militar en julio de 1980, y posteriormente por la Presidencia de Carlos Menem en 1996.
En el año 2006, con el objetivo de mantener vivo el proyecto y conservar la memoria, trabajadores, ex trabajadores y vecinos crearon la Asociación de Amigos de los Talleres Ferroviarios y del Museo de Tafí Viejo. De esta manera, el Museo Ferroviario de Tafí Viejo fue en su origen un museo comunitario, creado y sostenido por trabajadores y ex trabajadores de los Talleres Ferroviarios. Desde hace algunos años, cuenta con el apoyo de la Municipalidad de Tafí Viejo, la cual ha asignado recursos humanos y de infraestructura para la gestión de su valioso patrimonio museal y archivístico. Sus instalaciones suman 1.100 metros cuadrados dentro del predio de 22 hectáreas de los Talleres y cuentan con sala de exposición permanente, un salón de usos múltiples para exposiciones temporales, conferencias, etc.
Asimismo, cuenta con espacios destinados para Biblioteca y Archivo. Actualmente se realizan visitas guiadas y actividades culturales variadas en las que participa la comunidad taficeña, así como turistas que visitan la ciudad.
En busca de generar una institucionalidad sostenible, la Asociación de Amigos ha firmado acuerdos con la Municipalidad de Tafí Viejo y con el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), para la dirección y asesoramiento de las tareas de índole científico-técnicas, con el objeto de recuperar la memoria y preservar el patrimonio histórico ferroviario. Esta sinergia tuvo como primer resultado, en diciembre del año 2020, la obtención del Fondo Ibermuseos para la protección del
patrimonio museológico.
El subsidio de Ibermuseos permitió la contratación de profesionales que realizaron un diagnóstico de las condiciones generales del museo, realizaron un recuento de las piezas que conforman sus colecciones, evaluaron los agentes de deterioro que tienen incidencia en el acervo documental y museológico y aplicaron estrategias inmediatas de salvaguarda de los bienes. En relación a los documentos, se trabajó principalmente con un relevamiento de las fotografías, pero aquella documentación en soporte papel fue intervenida en apenas una muestra para conocer el estado general y conocer su contenido.
«
